La FIA se pliega a Hamilton e investigará lo sucedido en Abu Dabi
La Federación Internacional de Automovilismo se ha plegado a las exigencias de Lewis Hamilton y Mercedes y ha anunciado que investigará lo ocurrido en el Gran Premio de Abu Dabi que proclamó nuevo campeón mundial a Max Verstappen. Con la continuidad del británico en la Fórmula 1 todavía en el aire, la FIA, con su nuevo presidente Mohammed Ben Sulayem a la cabeza, adopta esta medida conciliadora con el heptacampeón mundial y abre un proceso que involucrará a los propios pilotos. ¿Contará con la participación del propio Hamilton?
«La FIA ha comenzado el análisis detallado de los eventos del último Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dabi. El presidente de la FIA lanzó una consulta con todos los equipos de F1 sobre varios temas, incluido este. El 19 de enero se dedicará un punto del orden del día del Comité Asesor Deportivo al uso del Safety Car. La siguiente etapa será una discusión compartida con todos los pilotos de F1. El resultado del análisis detallado se presentará a la Comisión de F1 en febrero y las decisiones finales se anunciarán en el Consejo Mundial de Deportes del Motor en Baréin el 18 de marzo», detalla la FIA en un comunicado.
Además, la federación internacional añade que Mohammed Ben Sulayem «ha pedido al secretario general de Deportes y al recientemente nombrado director de monoplazas, Peter Bayer, propuestas para revisar y optimizar la organización de la estructura de F1 de la FIA para la temporada 2022».
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— FIA (@fia) January 13, 2022
Este segundo anuncio pone en entredicho el futuro de figuras importantes como el director de carreras, Michael Masi, muy criticado por Mercedes desde el polémico desenlace del último Mundial. Esta misma semana, la prensa británica ha asegurado que Hamilton le ha pedido a la FIA que despida a Masi como condición indispensable para continuar en la competición. Un ultimátum en toda regla.
Mientras todos estos acontecimientos se siguen desarrollando a su alrededor, el heptacampeón mundial mantiene su mutismo y es su jefe en Mercedes, Toto Wolff, quien no pierde la ocasión de recordar que su cabreo no ha menguado desde el 13 de diciembre, cuando Verstappen volteó el Mundial en el último suspiro y dejó a la escudería germana con la miel en los labios.